El evento cultural “Oberá Inmigrantes, Viví el Parque” sirvió como prueba para la Federación de Colectividades y para las colectividades que trabajaron para establecer los protocolos necesarios para que el Parque de las Naciones pudiera recibir a turistas y visitantes misioneros. Como una oferta más para el turismo interno, Oberá fue una de las propuestas interesantes para este fin de semana.
Las muestras culturales en las casas típicas fueron el atractivo principal durante las tardes del viernes, sábado y domingo, sumado a las visitas guiadas en su gran debut. Además, la apertura de los salones gastronómicos en horario establecido y con reservas brindó otra oferta para las noches del viernes y el sábado y el mediodía del domingo.
No fue igual a nada que se haya realizado anteriormente, en esta nueva normalidad a la que hay que ajustarse, pero sirvió para aprender y al mismo tiempo entender que siendo responsables podemos seguir transitando el camino que comenzaron los inmigrantes, haciendo frente a cualquier adversidad.
Pasaje de las Colectividades
En estos tiempos deberíamos estar realizando la Fiesta del Inmigrante, pero debido a la situación actual debimos dejar de lado lo que es uno de los momentos más multitudinarios: el tradicional desfile inaugural.
Sin embargo, y tomando todos los recaudos, el sábado 5 por la tarde realizamos un pasaje simbólico con las colectividades dentro del Parque de las Naciones. Y lo vivimos de igual manera.
Exponiendo la cultura de los inmigrantes
La tarde del fin de semana, las casas típicas abrieron sus kioscos de comida al paso. Pero además, varias de ellas realizaron muestras culturales. Trajes típicos, herramientas y utensilios que traían consigo los inmigrantes, recuerdos y fotografías, fueron expuestos para que los visitantes pudieran apreciarlos. “Oberá Inmigrantes” fue la oportunidad para dar a conocer mucho de lo que se atesora en las casas típicas. Ataviados con sus trajes típicos, los descendientes relataron historias y explicaron el legado que les dejaron con la emoción propia de aquellos que buscan preservar los lazos sanguíneos con sus antepasados.
Elsa Rundquist, presidente de la Colectividad Nórdica, comentó: “hemos recibido gente de todas partes de la provincia, y nos fue bastante bien, siendo conscientes del protocolo que tuvimos que tener organizado para que salga todo bien. En este caso lo que más se mostró fue lo cultural, eso muchas veces no se hace pero por eso este evento fue bastante bueno en ese sentido”, indicó.